Plot ediciones reedita ahora Amarillo, una novela de Félix Romeo sobre el suicido de su amigo Chusé Izuel -autor de Todo sigue tranquilo– que se tiró por el balcón, en la que intenta desentrañar las razones que lo llevaron a matarse. Literatura y suicidio suelen estar, lamentablemente, muy relacionadas.
Es un libro que les gustará mucho a los amantes de la metaliteratura y la literatura sobre escritores, pues Romeo construyó Amarillo indagando en los relatos, cartas y reseñas que escribió Izuel
“La preocupación por ti s e nos había ido apaciguando. Habías pasado dos años muy dolorosos. Después de que Mariángeles te abandonara un día 17, te habías desmoronado. Entraste en una etapa de depresión, de borracheras, de autodestrucción, de agonía. Te derrumbaste en medio de la calle completamente borracho y te rompiste varios dientes. Volviste al Kraters, donde nos habíamos quedado Bizen y yo hablando de ti porque solo podíamos hablar de ti, porque solo podemos hablar de ti, con la boca llena de sangre. El dentista te tuvo que poner dos fundas, muy blancas, que destacaban en tus dientes amarillentos por los cigarrillos.
Fue una caída en picado, que yo era incapaz de asimilar. Incapaz de parar. Solo me permitía a mí mismo pensar que en algún momento, mágicamente, saldrías del agujero.
Yo no había sentido un amor así, ni una desesperación así. Era incapaz de entender tu dolor por la pérdida de Mariángeles, y por eso deseaba que salieras rápidamente de esa espiral de desamor, de tragedia, de autolesiones y autocompasión en la que habías entrado.
Cristina me desengañaba. Me decía que te veía destrozado. Yo me resistía a creerla. Cristina creía que tenía algún vínculo secreto contigo, que te comprendía mejor que Bizén y yo”.
Añado, para esos lectores a los que les gusta conocer más a los escritores, una entrevista que en su día le hicieron en Borradores.
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