por José Carlos Rodrigo Breto

Libros del Asteroide está a punto de cumplir quince años. Desde su fundación en Barcelona por Luis Solano, un gallego de Santiago de Compostela, y tal y como manifiesta en la página web, la principal intención de la editorial es “ofrecer a sus lectores obras fundamentales de la literatura universal de los últimos setenta y cinco años que no hayan sido publicadas antes en español o que se encuentren descatalogadas”. Y todo ello desde la mayor independencia.

En efecto, puedo constatar que en Asteroide han cumplido con ese ideario. Varios libros que me resultaban imposibles de encontrar y que buscaba con obstinación han reaparecido en sus magníficas ediciones. Puedo citar algunos de ellos: El complot Mongol del mexicano Rafael Bernal, la trilogía de Claus y Lucas de la húngara Agota Kristof , Operación Masacre del argentino Rodolfo Walsh o la más reciente, El boxeador polaco del guatemalteco Eduardo Halfon

Estos títulos, junto al descubrimiento de escritores o escritoras prácticamente inéditos en nuestro país, como las hermanas británicas Nancy y Jessica Mitford, el albanés-macedonio Luan Starova o la holandesa Marga Minco, han marcado el camino de la editorial que, como Luis Solano manifestaba en una entrevista de El País, busca publicar, sobre todo, buena literatura, esa que en otras editoriales no parecen contemplar en sus catálogos.

En su nombre comercial, al igual que ocurría con Impedimenta y que ya comentamos en este mismo blog, se encierra gran parte de su razón de ser: Asteroide, una editorial que pasa por delante de los planetas conformados por los grandes grupos de publicaciones dejando una estela de calidad y una legión de fieles lectores.

Además, el nombre tiene que ver con la obra de Antoine de Saint-Exupéry , la inmortal El principito, personaje que vive en un asteroide y, además, uno de los libros favoritos de Luis Solano en su juventud. También es una alegoría de libertad: el asteroide es más ligero, se mueve por el espacio y alcanza lugares a los que otros astros, planetas enormes, no son capaces de llegar. Me parece que, uno de esos lugares que los grandes grupos editoriales no consiguen conquistar, es el corazón de los lectores. Allí es, precisamente, en donde impactan los asteroides de Libros del Asteroide, dejando una huella imborrable.

Asteroide publica unos veinte libros al año. Su catálogo editorial es impecable. Con él se ha ganado el respeto de otros editores, de los medios, de los libreros, de la crítica y, por supuesto y lo más importante, de sus lectores.

La editorial debutó, allá por 2005, con En busca del Barón Corvo , del inglés A.J.A. Symons y le siguió A la caza del amor , de Nancy Mitford, aunque realmente ambos textos se publicaron a la vez. Siguiendo la principal idea de la editorial, En busca del Barón Corvo había sido publicado originalmente por Seix Barral en 1982, pero ya no había forma de encontrarlo. Asteroide demuestra, así, que no entiende de novedades ni se esclaviza con la rabiosa actualidad: sabe de buenos libros, de libros intemporales.

Las cuidadas ediciones de Asteroide no solo obedecen al amor por los libros de su fundador, sino a esa enconada competencia que la literatura viene teniendo con otras ofertas: las plataformas de pago de series y películas, las redes sociales como Instagram, y todo aquello que ahora ocupa ese tiempo de ocio de la gente que antes empleaba en leer un libro.

Recientemente ha fallecido Harold Bloom, el polémico autor del Canon occidental. En ese libro asegura que la idea de canon se sostiene, entre otros asuntos, en el concepto de unos libros luchando con otros para hacerse sitio y ser recordados, mientras que los perdedores corren el riesgo de caer en el olvido. En otra entrevista, esta vez concedida a El Mundo, Luis Solano corrige esta idea de Bloom adaptándola a los tiempos modernos; los libros ya no compiten con otros libros sino “con Instagram, las series o irse de copas”.

Entre los más importantes autores españoles traídos desde las sombras del olvido literario destaca uno de los escritores que se ha convertido en emblemático para la editorial: el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales , todo un éxito, de quién Asteroide ha publicado seis libros, entre ellos A sangre y fuego, La agonía de Francia o La vuelta a Europa en avión.

Asteroide ha devuelto a la vida algunos libros que no estaban muy bien editados, como Mi planta de naranja lima del brasileño José Mauro de Vasconcelos, pero sin renunciar a publicaciones de libros escritos por autores jóvenes o actuales, como La uruguaya del argentino Pedro Mairal, El sermón del fuego de la norteamericana Jaime Quatro o Las posesiones de la mallorquina Lluciá Ramis , todos ellos recibidos con gran éxito de público.

Por mi parte, de entre este magnífico catálogo de Libros del Asteroide, y como hago siempre que escribo sobre una editorial, me gustaría destacar algunas obras que considero imprescindibles:
La llamada Trilogía transilvana del húngaro Miklós Bánffy , compuesta por los libros Los días contados, Las almas juzgadas y El reino dividido . Se trata de un fresco sobre el final del Imperio Austrohúngaro de la mano de una saga familiar, representada en el conde transilvano Bálint Abády y su primo László Gyerőffy. Todo un descubrimiento.

Dos obras del praguense Leo Perutz, El maestro del juicio final y, sobre todo, De noche, bajo el puente de piedra. Todo un clásico para los amantes de la literatura de Praga.

El extraordinario díptico sobre totalitarismos que Asteroide ha publicado con La acusación , libro de relatos del escritor norcoreano que se ampara en el pseudónimo de Bandi y con El meteorólogo del francés Olivier Rolin. Dos libros que hielan la sangre por la forma en que está narrada la vida cotidiana en el seno de dos regímenes dictatoriales como el de Corea del Norte y el de la Unión Soviética estalinista.

El divertidísimo Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chomkin de
Vladímir Voinóvich, una especie de Valeroso soldado Švejk a la soviética, con mucho de novela picaresca. Hilarante y satírico alegato pacifista.

Otra trilogía excelente, es la del búlgaro Angel Wagenstein , integrada por El pentateuco de Isaac, Adiós Shanghai y Lejos de Toledo. Con el conflicto de las guerras mundiales de fondo, el autor aborda el destino de los judíos búlgaros en el siglo XX sin evitar proyectar una mirada irónica y a la par estremecedora.

Valgan estas recomendaciones como una muestra de lo que este asteroide editorial es capaz de recorrer, constelaciones de buena literatura que se traducen en horas de lecturas satisfactorias dirigidas a unos lectores que son considerados por la editorial como sofisticados y cultos, de los que no están dispuestos a admitir cualquier cosa. Esta es la mejor forma de alimentar un catálogo, desde la exigencia, entendiendo que las publicaciones se dirigen a personas que no solo tienen desarrollado el gusto por leer, sino que son bibliófilos empedernidos.
Mientras tanto, que los grandes planetas sigan girando en sus órbitas…

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